La prolina es uno de los aminoácidos que forman parte de las proteínas, se forma directamente a partir del ácido glutámico y por tanto, no es un aminoácido esencial. Está involucrada en la producción del colágeno y por esta razón es fundamental para la reparación, curación y mantenimiento de diferentes tejidos como el muscular, conectivo y los huesos. Además, forma parte de ligamentos y tendones.
Presenta actividad sinérgica con: vitamina B3, vitamina C, lisina, serina, treonina, ornitina, glutamina. En presencia de ácido ascórbico (vitamina C) puede sufrir una hidroxilación dando lugar a la hidroxiprolina. La hidroxiprolina es más polar e interviene en la estabilización de proteínas. Por esta razón, la falta de vitamina C (escorbuto) produce defectos en la función del tejido conjuntivo.
Gracias a su implicación en la síntesis de colágeno se utiliza para mejorar la textura de la piel y reducir los efectos del envejecimiento, ayudar en la cicatrización de heridas, úlceras y quemaduras o como protector cardiovascular inhibiendo la descomposición del colágeno arterial.
La prolina se encuentra en alimentos de origen animal como carnes, pescados, lácteos y huevos. También puede encontrarse en alimentos de origen vegetal como legumbres, semillas, cereales integrales, frutas, frutos secos y vegetales ricos en vitamina C.