El envejecimiento es el resultado de una serie de cambios físicos que se van dando a lo largo de nuestra vida y que nos conducen a una pérdida progresiva de nuestras funciones fisiológicas y morfológicas como consecuencia del paso de los años. Esto supone una disminución de la capacidad de adaptación y respuesta de nuestro cuerpo a los agentes nocivos, lo que provoca un deterioro de nuestra salud y de nuestra sensación de bienestar, además de aumentar el riesgo de sufrir enfermedades.
La duración de cada etapa de desarrollo del ser humano es aproximada y puede variar según la persona debido a factores fisiológicos o sociales. También son determinantes nuestros genes, la herencia familiar estipula nuestro tipo de piel y cómo es probable que se dé el ritmo de envejecimiento de la epidermis al margen de los factores externos.